He tenido una grandísima suerte, y es que mi princesa mayor, desde el minuto uno ha tratado con un cuidado a la peque... que desde el primer día, he sentido que las podía dejar solas sin temer ningún peligro.
Y es que el amor que tienen las dos entre ellas, a pesar del poco tiempo es increíble.
Si la mayor va a jugar con la peque, y al rato se va, madre.... la que lía peque.... empieza a llorar como loca.
Si la mayor está haciendo cualquier cosa, se la queda mirando super concentrada.
Si la peque ve que la mayor está sin hacer nada, ya la llama. Hace ruidito para llamarla la atención para que vaya a donde ella....
Cada vez que la mayor mira a la peque, esta saca la mejor de las sonrisas. Pero ojo, que es solo con mirarla, no es que la haga cositas y la sonria (que también, por supuesto) es que con tan solo mirarla ya la regala esa sonrisa que me tiene enamorada.
De verdad, yo soy hija única y no sabía esta conexión que hay entre hermanos desde tan pronto.
Así que una fotillo para el recuerdo.
Mi mayor pintando (que es lo que más le gusta del mundo) y la peque mirándola y pasando minutos y minutos mirándola.
Muero de amor viéndola así!!!!!!!!!
Hola. qué bien que la mayor no se cela de la peque... una foto preciosa... seguimos en contacto
ResponderEliminarY luego me dices que quieres que tus soles compartan ratitos???? Si ya están en el camino! Ya verás lo feliz que serás viéndolas compartir, crear, reír, jugar... Es lo mejor de lo mejor! Tus peques se ven dos encantadoras niñas ;) besicos!
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